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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Son los sueños los que

aseguran el mundo en su órbita. Pero son también los sueños

los que le hacen una corona de lunas, por eso el cielo es el resplandor

que hay dentro de la cabeza de los hombres, si no es la cabeza de los hombres el
propio y único cielo.